Mandy y yo habíamos tirado algo acerca de escribirlo juntas pero -como también pasó con muchas otras cosas- nos re colgamos. Además, ella se fue de vacaciones y me abandonó =P, y sé que si tratamos de hacer esto "el año que viene", cuando ella vuelva, nuevamente lo vamos a ir postergando y dudo que lo hagamos.
Me parece que tiene cierto encanto, además, que el blog se termine un 31 de diciembre, junto con este año.
¿Qué tengo que decir sobre este año? Pensé que era mucho, y ahora ya no estoy tan segura.
Fue (como Amanda y Damián repitieron incansablemente) el último de la secundaria. El último de actos y profesoras gritonas, de reencontrarse con los amigos y conocidos en Marzo y ver qué había cambiado en ellos, de pelear y levantar las notas en las últimas semanas de noviembre, de hacer exposiciones orales frente a la clase, de caminar por los pasillos largos y oscuros del cole, de compartir el gran salón con escalera y balcón (el que todos siempre quisimos, que está en bien en el centro del primer piso) con nuestros compañeros de curso, y los salones chiquitos y casi ocultos del lateral de la escuela con los chicos de otros cursos, para las clases de idioma. De golpe te pega por querer escribir tu nombre por ahí, si no lo hiciste nunca, en el baño de mujeres, o en los gimnasios subterráneos, o en la terraza. Yo me acuerdo de haber escrito un fragmento de una canción de los Enanitos Verdes en uno de los patios de allá abajo, cuando apenas empecé la secundaria, así que no tengo esa deuda.
Los preceptores son simpáticos cuando vas a buscar la libreta o las fechas para rendir; es raro porque durante el año nunca son así. Es como si a ellos también les pegara la consciencia de que no nos van a ver más, como a tantos otros cursos anteriores a nosotros, y como no está bien tomarse la vida rutinariamente y un poquito nos debemos haber hecho querer, eso los entristece un toque.
Varias de esas historias de amor que se venían anunciando desde hace años finalmente se concretaron en éste: Marisol empezó a salir con Marco, uno de sus mejores amigos, con el que había mantenido un histeriqueo insoportable y delicado que obviamente ya no daba para más, y ahora llevan unos cuatro meses juntos; y Dana, una del grupo de Marisol, finalmente cedió a las atenciones asediantes de Pablo, que hacia principio de año ya le había tirado tantos palazos que resultaba difícil para ella seguir haciéndose la desentendida. Cuando vi a los dos pares de tórtolitos entrar juntos en la fiesta de graduación, me pareció que se veían tan bien, tan obvios y naturales, como la única pareja que sale desde hace dos años en nuestro curso, Analía y José.
¿Y nosotras?
Bueno, Mandy terminó su último año lectivo con bastante nostalgia y excelentes notas. Canalizó lo primero en el video de graduación, que resultó conmovedor para todos (posta, les aseguró que cuando terminó, todos estábamos convencidos de que no había existido jamás un curso más unido y y legendario que el nuestro), y no dudo que lo segundo servirá de preparación para el turbulento año que la espera, dado que finalmente se anotó en las dos carreras que había anunciado, Administración y Traductorado de Inglés. Una semana atrás, Mariano y yo fuimos a verla bailar con su grupo de jazz, y me sorprendió lo segura y grácil que se veía sobre el escenario; resulta curioso que alcance con mirar a nuestros amigos en un momento puntual para darnos cuenta de que crecieron, maduraron, y están listos para afrontar lo que les depare el futuro.
Y yo... Yo, por primera vez, me llevé una sola solita materia, que rendí en Diciembre, y en Febrero, cuando saque la previa, ya voy a estar lista para afrontar el mundo universitario. Trato de no pensar mucho en eso, jeje, ni en cómo voy a decidirme entre Letras e Historia, mis dos opciones. Por ahora prefiero concentrarme en las vacaciones que Mariano y yo pensamos emprender juntos. Sin dudas él fue la mejor sorpresa que este año me tenía reservada. Antes de conocerlo, no creía del todo en ese amor de las pelis románticas o de las novelas de Jane Austen: ideal, desinteresado, hecho como a medida. Tampoco estaba segura de que existiera alguien para mí. Sé que, con él a mi lado, todo lo que venga ahora, por difícil que parezca, va a ser tomado como un buen desafío.
Quiero agradecerles -en nombre de Amanda también, porsupu- por habernos acompañado durante este año, tanto si dejaron sus comentarios como si no. Esperamos que nuestras experiencias hayan sido para ustedes como mínimo entretenidas, y les aseguramos que siempre (o casi siempre, je) tratamos de ponerle la mejor onda a nuestros relatos.
Ahora sí, hasta pronto.
Desireé.
PD: Ahora voy a estar en www.elcroquetdelareina.blogspot.com. Mandy está decidiendo el nombre de su futuro blog.