Un mes complicado (Desireé)

Esta semana tenemos dos pruebas, y el lunes, un trabajo práctico para entregar. Un garrón. Hoy me pasé cuarenta minutos debajo del sol del mediodía, a la salida de la escuela, encuestando a adultos y adolescentes sobre "Iniciación y Salud Sexual", tema de mi trabajo. Es notable el interés entusiasta y rayano en lo morboso que despierta este tema en mis pares. Yo ya intuía cuando lo elegí que sería así: a la gente de mi edad -me incluyo- le encanta hablar de ese tipo de cosas, y también ser "consultada" al respecto, aunque nos mostremos reacios a admitirlo. En cambio los adultos encuestados se mostraron bastante confusos, no del todo coherentes, e incluso un poquito reaccionarios. Eso me sorprendió; creí que la sociedad estaba progesando un toque.

Ayer, hojeando un diario de Agosto, vi el resultado de una encuesta (no tan modesta como las de mi grupo, desde luego) en la que afirmaban que más del 80% de la población estaba a favor de la despenalización del aborto. Ya solamente falta que los homosexuales se casen, y estamos en un país del Primer Mundo. O al menos eso quiero creer.

Sí, la verdad es que me gustan los temas polémicos. Disfruto de tener opiniones muy definidas sobre temas que a otros les resultan incómodos y complicados. Me encantan los debates, y las discusiones apasionadas; el problema es que casi nunca los involucrados son muy respetuosos con la opinión del otro.

Pero no tengo ganas de hablar de eso ahora. Creo que estoy con déficit de atención últimamente, o algo así, porque no puedo escribir de un tirón, cosa que casi nunca me pasa.

Mandy y yo pasamos las últimas semanas notando cómo nuestro pánico por la inminencia de la elección de una carrera crecía y crecía. Tal vez estoy nerviosa por eso. Ella abandonó su idea de seguir el Traductorado de Inglés, y ahora se debate entre Ciencias Económicas y Administración. Yo la miro con cara de EstásLoca y sigo entre mis opciones de siempre, Letras, Filosofía e Historia. Pensé en anotarme en las tres y tomar por algunas semanas todas las clases, para decidirme después, pero no sé si esa actitud me convence. Es muy indecisa, muy al tuntún... muy poco yo.

No son disciplinas muy distintas, lo sé, pero de cada una me gusta -y, como para emparejar, me disgusta- un aspecto muy específico: de Letras, me encanta la parte de Literatura y no me molestaría dar Lenguas Vivas y Latín, pero detesto el análisis sintáctico y del discurso; de Filosofía me gusta la parte histórica y de orientación antropológica, pero me vuelan los pelos la Lógica y las giladas derivadas; por último, Historia es un es-pec-tá-cu-lo de carrera, pero es muuy... muy "enorme", muy difícil. Y no sé si es para mí. No estoy acostumbrada a poner demasiadas presiones sobre mí misma, ni a estudiar, para el caso.

Siempre me las arreglé con un poco de ingenio y suerte durante el año, y aunque me llevo materias desde que entré en la secundaria, nunca fueron más de tres o cuatro. Y las saco. Más tarde o más temprano, las saco, pero en la facultad el "más tarde" puede equivaler a perder un año y... No sé. Son muchas cosas en las que pensar.

Y en realidad, recién me doy cuenta de que tooodo esto estaba dando vueltas en mi cabeza, repiqueteando contra las paredes como una pelotita, como en un juego de compu que jugaba cuando era chica.

Y me hizo bien escribirlo =)

Por su atención, muchas gracias.