miércoles, 1 de octubre de 2008

Pasadas por agua (Desireé)

Empieza Octubre, y llueve.

Resulta que a mí, a diferencia de la inmensa mayoría de la gente, me encanta la lluvia. No sé si ya se los dije alguna vez, pero la cosa es que me fas-ci-na. Me gusta cómo huele el agua en el pastito y en el aire, y las gotitas en la coronilla, y saltar charcos y el ruido característico correspondiente, tipo "plip-plop". La lluvia es mi primer gran amor.

Pero el lunes por la mañana, mientras mis tres más queridas málchicas (se me pegaron un montón de expresiones de la Naranja Mecánica, sory) y yo recorríamos la larga extensión de parque antes del Colegio Español debajo del agua helada, no tenía muy presente mi gran idilio. Más bien estaba puteando a la Profesora de Filosofía, responsable de que estuviéramos allá, al Congreso de Educación Vial que nos convocaba (tema más embolante no se les ocurrió, no), y principalmente al guardia cheto que nos hizo dar toda la vuelta hacia la entrada subterránea del Colegio, donde nos encontramos con las alumnas de turno tarde y nuestra querida Asesora Pedagógica.

-Chiiiiiicas- nos saludó ella. Habla siempre con un tono muy feliz, y sonríe mientras bate sus pestañas espesas y largas-. Viniiiieron.

Murmuramos un asentimiento. Digamos que nuestra presencia era la más clara evidencia de que sí, habíamos ido.

-Me alegro mucho, ¿prepararon algo?

Las chicas y yo intercambiamos miradas entre desconcertadas y horrorizadas.

-Ehh... ¿qué?

-Claro, las chicas de la tarde prepararon una presentación de PowerPoint, y Carolina- señaló a una chica de rasgos con cierta reminiscencia asiática, que sacudía el pelo negro mientras hablaba con sus amigas- preparó una conclusión crítico-reflexiva

(Odio las conclusiones crítico-reflexivas).

-Nuestra escuela abre el Congreso, ¿saben?- prosiguió la Asesora-. También va a haber representantes de escuelas técnicas, del Inglés, del Alemán...

Y siguió nombrando escuelas.

-Ustedes solamente tendrían que comentar un poquito de lo que trabajaron.

Claro... Pero nosotras no habíamos trabajado nada xD. Nuestra profesora simplemente nos había conseguido el permiso en Dirección para que representáramos al turno mañana de la escuela en el Congreso, y como casualmente nos perdíamos la prueba de Estadística, en verdad no pedimos muchas explicaciones sobre lo que íbamos a HACER ahí. No habíamos ensayado nada, y la idea del auditorio lleno de estudiantes de toda la chetada de Rosario no era precisamente alentadora.

-Juli...- dije, tras una larga pausa y más miradas aterrorizadas-. ¿Hablamos vos y yo?

Era lo más lógico. Julieta y yo somos las más caraduras, y las que más participamos en clase, aunque en ese momento habíamos perdido parte significativa de nuestro carisma, probablemente debido al agua helada y al creciente odio contra la profesora de Filosofía.

-Emm... y sí.

Hablamos. Por suerte fue cortito y nadie nos prestó LA gran atención porque fuimos las primeras, y nadie quería ser sobrecargado de información de entrada. Dijimos que la Seguridad Vial era muy importante, que era un proyecto que nos entusiasmaba mucho (?) y que ya estábamos dándole clases especiales al respecto a los nenes de primaria (meeeentira! Empezamos la semana que viene =P) y que a continuación disfrutaríamos del PowerPoint.
Na, no lo disfrutamos, si en verdad quieren saberlo. El Power Point era una mierda. Pero después habló la famosa chica de la tarde, Carolina, y todo el auditorio aplaudió maravillado. Hablaba bien la flaquita.

Los de los otros Colegios -síi, los chetos, los ojiclaros y creídos- leyeron sus presentaciones. Sory, pero no estaban al nivel fluido y verbal de nuestra amada escuela pública (h). Después hubo más presentaciones de Power Point embolantes y mal armadas, y unas dos horas después, finalmente fuimos liberadas.

Una especie de guía nos ofreció darnos un recorrido por la escuela, pero sólo nos mostró un pasillo y dos tramos de escaleras ¬¬
Aparentemente ella estaba muy ocupada y la escuela muy limitada, y qué sé yo.

En fin, poco después regresábamos al centro caminando despacio. Ya había dejado de llover.

Le saqué fotocopias al libro de Estadística de Mandy, y me encontré con mi amado gil. Le comimos el almuerzo a su abuela, as usual, y después ella me dio una maravillosa(?) clase de Combinatoria. Esto de la familia política experta en Matemáticas me está gustando, jeje.

Hoy llovió por segunda vez en la semana. Pareciera que el clima despierta cierto estado de crisis en mi círculo social. Mariano estaba alterado por sus muchos exámenes; pasé con él el primer recreo y, básicamente, su comportamiento se debatía entre querer ocultarse del mundo debajo de mi pelo, y repetir nerviosamente su agenda de pruebas de la semana.
El segundo recreo, en cambio, fue casi una sesión de terapia grupal. Jazmín, que lleva cinco meses de novia, estaba angustiada porque durante la pasada semana no vio a su chico ni una sola solita vez, y, perturbadoramente, no lo extrañó casi nada. Cuando él la llamó para proponerle que se juntaran, el domingo, ella le dijo que no. El día de hoy es su aniversario, y ella se retorcía lamentablemente de culpa y confusión. Un bajón, ba.

Pero, en lo que a mí respecta, en estos últimos días recuperé la fe en mis amigas =) Me alegró pasar la pequeña complicación del Congreso junto a ellas, y observarnos a todas hoy, como desde afuera, aconsejando y apoyando a Jazmín.
Y con la lluvia está todo bien, por supuesto. A esta altura de mi vida, no me voy a enojar con ella.

2 comentarios:

the girl between the lines dijo...

me gusto lo que escribiste =)! es gracioso lo del congreso!

a mi tambien me encanta la lluvia, y es cierto que casi todo el mundo la odia y no se porque xD a mi me parece muy linda y romantica u_u

saludos!

Anónimo dijo...

lei este post sta mañana pero no me queria loguear porque estaba en el cole
y hace un rato me bañaba, y se largo a llover, y me acorde de este post :P jajaj