domingo, 29 de junio de 2008

Cumple interesante (Mandy)

8 de junio

Súper mega recontra hiper comprobado: Mariano le tira la re onda a Di.
Pero sean un poquitín pacientes porque antes de saber esto sucedieron una cantidad impresionante de cosas.
Todo comenzó a las dos de la tarde más o menos. Di había dejado su mail en una de las conocidas cadenas de perfumerías de la ciudad para que le avisaran sobre eventos y demás. Hace poco le comentaron que vendría un maquillador de Buenos Aires que trabaja para una marca MUY reconocida internacionalmente y MUY cara, y cuando nos comentó sobre ello en el cole enseguida me prendí. Es impresionante cómo el maquillaje te cambia la cara, se refuerzan las facciones… siempre me gustó. Y siempre quise probar ser maquillada por un profesional, y esta sería la ocasión. Llegamos medianamente a tiempo teniendo en cuenta que jugaban los Pumas y que las calles más próximas estaban o cortadas o embotelladas.
No había absolutamente nadie en el local, excepto – claro – las vendedoras, como siempre, re maquilladas, y había un súper stand de esta conocidísima marca de maquillaje y ropa que simulaba ser un camarín o algo por el estilo y detrás había una gráfica de publicidad. Tenía en frente un espejo medianamente grande y todas luces alrededor. Como era de esperar, esto estaba justo a la entrada, de modo que cualquier persona conocida que pasara por ahí vería a las dos mogólicas maquillandose.
Di quería una sombra de ojos que había visto en una revista de moda, pero el maquillador la miró raro cuando le pidió el color y dijo que él preferiría otro. Entonces Di terminó pintada con sombra lila, rimel azul y labios rojo carmesí. Bueno, dicho así parece cualquier cosa, pero estaba muy bueno la verdad. ¡Lo tendrían que haber visto! Yo le pedí algo tranquilo, no muy llamativo, pero inmediatamente contestó con una sonrisa que no podía con su genio y que algo “demás” debía ponerle. De todos modos entendió perfectamente lo que tenía en la cabeza. Yo quería simplemente resaltar los ojos, pero no muy drásticamente. Usó la paleta de los grises y me delineó con delineador líquido a lo Amy Winehouse, pero no tan zarpado. Me encantó. Me encanta, bah, porque lo sigo teniendo jeje.
Cuando finalizó la “sesión”, Di y yo nos miramos y creo que pensamos exactamente lo mismo: “Ay Dios, con esto tenemos que ir al cumple de Jazmín”, que a todo esto era a la tarde, en un pool, e iban Clara, Julieta, Mariano y otros. Casi a propósito, el chico que maquillaba nos echó un spray fijador de maquillaje ¬¬ cosa que si intentábamos sacarnos algo, eso se encargaría de impedírnoslo. Para darle el toque final, nos echó litros de perfume de esa misma marca, y encima uno distinto para cada una “porque combinaba con nuestro maquillaje”. Eso último no lo entendí muy bien; me parece que no tenía problema en hacernos probar cuanta cosa de esa marca había en el lugar. En síntesis, apestábamos. Pero apestábamos bien.
Ni bien salimos, corrimos hacia el ascensor, pero por alguna razón no terminaba de llegar al piso que queríamos, porque volvía a subir y bajar y subir. La mamá de Di nos pasó a buscar y fuimos a su casa a sacarnos un poco tanta pintura que teníamos, y a sacarnos un par de fotos antes de que todo lo maquillado se arruinara. Resultado: unas cuatrocientas fotos. Yo quise sacarme un poco del rimel que me había puesto porque la verdad era una tonelada y no quedaba muy bien. Bah, prefiero mis pestañas al natural, pero el chico decidió usar un rimel de pasarelas, de super extra larga duración y super permanente. No había forma de sacarlo. Fuimos a tomar el colectivo así todas maquilladas, y una hora después nos bajamos.
- ¿Dónde está Addison? – preguntaba Di una y otra vez.
- Es por acá… tenemos que doblar… y después… - Mandy agarra el teléfono y llama a Jazmín – Hey, Jazmín…
- (Pará, decile Feliz Cumple)
- Eh, ah… ¡Feliz cumple! Nos perdimos.
- ¿Cómo? ¿Dónde están? – pregunta Jazmín medio riéndose y medio enojada por nuestra tardanza.
Mandy nombra las calles mientras cruzan velozmente la calle, corriendo el probable riesgo de ser pisadas, y Jazmín dice:
- ¡No, chicas! No es en Addison; es en Addison II…
- ¡¿Pero cómo?! Si eso queda como a unas siete cuadras de acá… Les avisamos a todos que era en Addison - mientras, Di nombra a todos los que les avisamos que era ahí: Alejandro, Lucas,… y Mandy intenta repetirlos.
A todo esto, estabamos caminando en pleno centro, en plena tarde con esa súper producción de maquillaje. Qué papelón. Llegamos por demás cansadas, transpiradas y hambrientas. Pero llegamos. Estaban Juli, Daniela, Jazmín, el novio de Jazmín, Mariano, un par de chicas de Naturales (entre las que está Francisca, la novia de Mariano), y más tarde cayeron Pamela y Clara. Estuvimos ahí un rato, ninguna de mis amigas ni yo jugamos al pool, excepto Dani. Al rato, como habían organizado para salir más tarde a la noche, todas las de Naturales se fueron, menos Pame, que se fue a jugar con Jazmín, y nos quedamos en la mesa Di, Juli y yo. Ni bien Francisca salió por la puerta (sí, bueno, no va a salir por la ventana), Mariano así como por reflejo incondicionado (jaja alto término psicológico) se acercó a nuestra mesa. De ahí en más fue obvio que le tiraba la re onda a Di: la miraba sin parar, le hablaba prácticamente a ella y se reía de sus chistes. Hablamos de pelis, de la sesión de maquillaje y de un par de cosas más.
Teniendo en cuenta que no había merendado, me urgía comer algo sabroso y bien de gorda.
- ¿Vamos a comer a Mc.Donald’s?
- Bueno – contestaron todos al unisono.
Un rato después, Jazmín, Pame, Mariano, Juli, Di y yo estabamos ya caminando hacia las hamburguesas, que finalmente se transformaron en sándwiches de Subway pero bueh jeje. El grupo era bastante raro, pero la pasamos bien, nos reímos bastante. Llegamos a Subway y pedimos a comida - ¡Gracias a Dios, porque me moría de hambre! – y comenzamos a hablar nuevamente sobre el calentamiento global, las galletitas Sonrisas,… En eso suena el celular de Mariano. Era Francisca. Él le hablaba bastante cortadamente, y cuando cortó dijo:
- ¡Es una histérica de m*****! No la aguanto más. Pero ya está; ya fue.
Y todas nos quedamos re chan. Fue re incómodo, al igual que el silencio que prosiguió… bastante prolongado, la verdad. Es obvio que la próxima víctima de este Latin Lover es Di. ¿Cuánto les apuesto que Mariano y Francisca dentro de dos semanas ya no siguen juntos?
Seguimos hablando y Juli se quedó ahí esperando que la pasaran a buscar, y Jazmín se tomó un taxi. El resto acompañamos a Di a la parada del cole. Esa caminata estuvo muy buena. Jamás se me hubiera ocurrido que hoy habría caminado con Pame y Mariano. Nunca había hablado más de dos palabras con ellos. Una vez que llegamos, Di dijo que mañana Domingo estaría bueno hacer algo, porque todos coincidimos en que no hay nada más deprimente que un Domingo. Así que técnicamente vamos a ir al cine. Mariano parecía querer sumarse al plan, y como ya era re evidente, lo sumamos. Di pidió que agregara el número de Mariano así mañana lo llamábamos y arreglábamos. También van a ir Alejandro, Damián, Lucas, Juli y capaz Kari. No sé. Conclusión: tengo el número de la casa de Mariano y su celular. Jajaja. Raro.
Cuando Di se fue, Pame, Mariano y yo seguimos caminando. Él me preguntó hasta dónde iba. Al responderle dijo que no era conveniente pasar por ahí porque estaban robando mucho estos días.
- ¿Qué hacés si te empiezan a correr?
Jaja. No pude evitar recordar la conversación de Di con él y Lucas. Disimuladamente pensé las palabras de Lucas y le dije:
- Y, no se… supongo que también salgo corriendo.
Atte.
Mandy

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