domingo, 29 de junio de 2008

Mandy. Una de las dos II

13 de abril

Y aquí estoy yo. Amanda. Mandy para los amigos.
En realidad, cuando Di propuso tener un blog en común, no pensé demasiado en las razones y simplemente dije que sería una buena idea. Porque cuando uno escribe, ¿para qué pensar en las razones? A mi me encanta escribir, pero hace mucho que no me siento a redactar una historia o al menos un cuento que logre tener una trama y un desenlace. Es que lamentablemente, la inspiración no anda por estos lugares últimamente.
Contarles todos los datos de mi persona, qué me gusta y qué no, sería muy repentino y tampoco tendría emoción, porque la idea es que nos conozcan a través de todos los posteos, y que nos entiendan (o al menos escuchen), y logren definir más o menos nuestras personalidades. Lo único que se me ocurre decir ahora es que al igual que Di, tengo 17 años, y que este es mi último año de secundaria.
Durante todos mis años en la escuela pensé que el último año sería el peor. Y no porque me esperaba no llevarme buenos recuerdos de quinto año, sino porque cada cosa que hiciera me recordaría que sería la última. “Este es el último primer día de clases que tendré”, “Este es el último acto del 25 de mayo que tendré”,… Pero a decir verdad, estoy ansiosa por empezar el año que sigue. No quiero que este termine abruptamente, no, pero creo que para fines de este ciclo lectivo, coincidiré con varios en que era mejor que terminara. Que toda esa etapa de estudiante de secundaria debía llegar a su fin. Porque en lenguaje coloquial, diría que “ya no daba para más”. Cuando uno prolonga las cosas más de lo que deben durar, hace mal.
Así que bueno, espero que nos sigan, nos comenten, nos aconsejen… que estén ahí. Que lean aunque no nos digan sus nombres, aunque al igual que nosotras oculten sus verdaderas identidades pero nos hagan saber quiénes son.
Atte.
Mandy.

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