domingo, 29 de junio de 2008

Pizza y abstinencia (Mandy)

29 de mayo

Día 3. 21:23 horas.
Ok. Esto les va a parecer raro, pero en este preciso momento estoy en mi pieza, sentada en mi escritorio… y de hecho, estoy escribiendo en un papel, con birome. Di es quien tipeará esto y lo posteará.
Hace tres días que no me conecto ni uso la compu que tiene conexión. Desde que tengo Internet -hace ya casi un año- paso gran parte de mi tiempo libre conectada, y hace poco me di cuenta que hay cosas que solía hacer y que ya no hago: escribir, dibujar, leer… Así que el domingo al mediodía supuse que sería bueno alejarme del MSN por un tiempo, para volver a mis “ex-hobbies” y ver si me engancho de nuevo con alguno y paso menos tiempo online.
Obviamente que algo tenía que hacer cuando estaba en casa no muy ocupada, así que enchufé la compu de mi pieza -que no tiene conexión- e instalé viejos juegos de PC, entre ellos: el Theme Hospital, Kart Race, y un par más que finalmente no funcionaron. Hoy iba a instalar el Sim City, pero me enojé con la PC porque se volvió loca y me desinstaló el Theme Hospital y por ende, mi última partida quedó perdida en el disco rígido y voy a tener que pasar todos los niveles una vez más. De todos modos, mi mayor debilidad en materia de juegos de compu es The Sims 2, que tengo pero no consigo a instalar, así que le pedí a Di que me prestara su copia a ver si tengo mejor suerte. Me dijo que sólo lo haría cuando viera el cartelito de “Mandy acaba de inicar sesión” en su pantalla. De todos modos, luego de que le comentara que no estaba ayudando mucho con esto de la rehabilitación, accedió a dármelo si yo le pasaba mi posteo escrito a mano para subirlo al blog (porque convengamos que no fue muy inteligente recluirme cuando era mi turno de escribir jeje, ¡pero todo tiene solución!).
En realidad terminé hablando de esto, que tal vez les resulte de interés, pero originalmente iba a contarles sobre un pequeño incidente que ocurrió el viernes. Como no quiero dejarlos con la intriga, paso a contarles: para la cena pedimos pizza, y como todas las veces que pedimos pizza, bajé yo a buscarla. Pero ¡oh sorpresa! cuando abrimos la caja, la pizza no tenía el mismo aspecto de siempre. Era pizza… de pollo. O sea, ¿a quién en el mundo se le ocurre comer pizza de pollo, habiendo tantos otros gustos? Les juro que tenía un sabor espantoso. Una amiga me preguntó cómo era, ya que nunca había visto una. Por si tuvieron la suerte de mi amiga y no tienen idea de cómo es, les doy a conocer mi versión gráfica de la pizza: el queso derretido vendría a ser la lava del volcán y el pollo, las casitas. No es nada pintoresco… ¡imaginense el sabor!
Mi letra (la real) se va agrandando a medida que mi mano se va cansando. Dudo que esto ocupe mucho espacio… Se me están quemando las milanesas. Una vez cociné una torta y me conecté al MSN. Conclusión: la torta parecía una pasa de uva. Y ahora estoy escribiendo en papel y aún así se me queman las cosas *suspiro* mis cualidades como cocinera no son precisamente admirables… jeje. Así que ahora voy al rescate de la cena. Nos vemos pronto, o no tanto, je. Au revoir!
Atte. Mandy
PD: A mí se me quema la comida pero a la profe de las Revoluciones Burguesas se le va a quemar la perrita en cualquier momento, porque antes de ir a clase, le deja a su mascotita todas las estufas de la casa prendidas… que después no se queje del calentamiento global.
PD2: Quiero proponer un pequeño ejercicio para los lectores. Me gustaría que dijeran cómo nos imaginan a Di y a mí, en apariencia, sin guardarse ninguna observación, jaja. Plis, si tienen ganas hagan el intento, y si les dan muchas más ganas =P, pueden probar también con el resto de los “personajes” del blog. ¡Tenemos curiosidad!
Ahora sí, me despido, chau!

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